Lo primero y más importante, es que cuentes con toda la intención de conectar contigo, de mirar adentro y de tener un momento de introspección, por otro lado, te recomiendo tener un espacio en el que puedas enfocarte únicamente en ti, tal vez un sitio silencioso donde no tengas molestias a tu alrededor ni distracciones, donde puedas estar cómodo, con una cobija arropando tu cuerpo, sentado sobre un cojín, un mat o colchoneta. Si necesitas, recuesta tu espalda sobre una superficie vertical, es clave que tengas presente que tu columna debe estar completamente recta. 

Adopta una postura donde estés erguido, rueda tus hombros hacia atrás y haz un pequeño estiramiento con tu espalda como si quisieras que la tu coronilla conectará con la divinidad, cierra tus ojos y prepárate para entrenar tu mente. 

Comienza con tres respiraciones muy profundas, estas son respiraciones de limpieza, donde cada vez que exhalas imaginas que sueltas todos tus pesos y preocupaciones, y cada vez que inhalas tu cuerpo se invade de una sensación luminosa, amorosa y en paz.

Si es tu primera vez meditando te recomiendo que comiences enfocándote únicamente en tu respiración: ¿que se siente cuando entra el aire? ¿Que se siente cuando sale el aire? ¿Qué sensaciones tienes en tus fosas nasales? ¿Qué sensaciones tienes en tu labio superior donde roza con el aire? Respira a tu ritmo normal sin acelerarlo ni hacerlo más lento. Quiero que te enfoques en esas sensaciones durante tu primera semana meditando y que cada vez te vayas haciendo más consciente de tu respiración, eventualmente vendrán pensamientos que aparecen y desaparecen, es normal, no lo juzgues, no te aferres a ningún pensamiento, ni te enganches en la autocrítica. Simplemente, obsérvalos y déjalos pasar, Lo importante es que siempre vuelvas a enfocarte en la sensación del respirar. 

En cuanto al tiempo te recomiendo que no te exijas más de lo que necesites, puedes meditar el tiempo que quieras, es importante que sea una actividad que no te torture, si puedes hacerlo por 5, 10, 20, 30 minutos o una hora está perfecto, todos somos diferentes y estamos atravesando caminos distintos, ajústate a un horario y aun tiempo que te haga sentir en paz. Tal vez podrías comenzar con 10 minutos e ir subiendo el tiempo paulatinamente, ve analizando cómo te hace sentir y si te sentirías cómodo por más tiempo. 

Lo que sí te puedo asegurar es que una práctica constante te llevará a lidiar con los conflictos del día de una manera mucho más sabia y armoniosa, te lleva a una gestión de las emociones mucho más efectiva, pues así como es importante entrenar nuestro cuerpo, también entrenamos nuestra mente por medio de la meditación, para manejarla, y para tener control sobre nosotros mismos.

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